domingo, 6 de marzo de 2016

8 de marzo: Tenemos útero.

Las mujeres nacemos con útero y todos, nacimos de un útero.
Órgano tremendamente poderoso que nos diferencia del hombre.
Hembra, útero. Macho, no.
No se ha podido inventar aun, la gestación in vitro.
No ha podido ser superado por la tecnología para crear humanos.

Casilda Rodrigañez, autora de "Pariremos con placer", afirma que es la caja de resonancia del orgasmo y funciona como un segundo corazón.
Tiembla con las emociones, ondula durante el placer, se expande y contrae con la ovulación y la dilatación y se recicla y purifica durante la menstruación.
Se siente vibrar cuando reímos, cuando compartimos en sororidad con otras mujeres.
Cuando salimos a defender nuestro derechos.
Es "ese lugar" al que siempre añora volver el alma, después que nace.

¿Y que forma tiene?

Dibujalo ahora... vos mujer, dibujalo ahora.
Color, forma, textura... mutaciones durante la ovulacion y la menstruación.
Cambios de tamaño durante el embarazo... ubicación exacta...
Funciones en las cuatro semanas del ciclo femenino.

¿Lo ves? ¿Lo conoces? ¿Lo has tocado u observado en tu cuerpo alguna vez?
¿Tu mama te ha enseñado como se hace?

El útero es nuestro centro creativo. Quieras tener hijos o no.
Cuando ovula,  nos conecta con nuestro estado máximo de creatividad...

¿Lo sabíamos? ¿Nos lo enseñaron en el colegio?

Cuando ovulamos, podemos crear una persona, pero también es el momento preciso
para darle forma a un proyecto que nos tiene apasionadas.
Aprender a detectar la fase fértil, nos hace libres de elegir cuando quedar embarazadas, pero también nos da cuenta de que es tiempo de tomar acción, negociar, convencer, salir a la vida lineal masculina con éxito rotundo.

Como hembras y mamiferas humanas, hemos adquirido la capacidad de sangrar y ovular en dos momentos diferentes del ciclo, lo que impacta directamente en nuestro deseo sexual: procreador o simplemente voraz y auto complaciente. Estas intensidades, se advierten cuando registramos las fases que nos atraviesan durante los 28 días, sin pastillas.

Ciclamos cuatro veces en un mes, como la luna.
Necesitamos estar afuera y adentro, luminosas y oscuras.
Poderosas y dueñas de nuestros deseos mas profundos,
Para decir basta. para decir no.
Para decir si, y ahora.

Durante el síndrome pre menstrual podemos poner limites con mas facilidad, detectamos lo que no va mas con mayor claridad y certeza. Es un tiempo en el que nuestro cuerpo, a través del útero, nos da la oportunidad para detectar todo lo que ya no sirve. Es un poco mas groso que estar "histericas".

Menstruar es purificarnos por dentro, y sacar afuera los desechos, lo que no fue, cerrar historias. Preparar el terreno para lo nuevo que vendrá. Es darle muerte a lo que llego a su fin.
Es el principio del todo. Tan necesario como el invierno a la primavera.

Esto es parte de nuestra cultura menstrual, pero no se enseña.

Esto es poder femenino, pero vivimos en una sociedad que sigue invisivilizando el útero como centro de poder. Un poder que el patriarcado debió aniquilar y quemar en la hoguera durante la edad media... Poder que seguimos ignorando y empastillando, mes a mes, nosotras mismas y a voluntad.

Usamos fármacos para el dolor menstrual, para no ovular, para no gestar, para dilatar, para parir, para ser menopáusica. Lo hacemos pensando que son producto de la liberación femenina, aunque nos hagan caminar esposadas a un sistema que todo el tiempo debe reparar nuestros cuerpos imperfectos.

Tenemos útero, pero...
Cuando menstrua molesta.
En el parto, no dilata, no puja, no contrae.
Cuando llega a la menopausia es mejor sacarlo.

¿Siempre alguien o algo externo debe completarlo, alinearlo?
¿Los hombres, la medicina, los remedios, la iglesia, el deseo ajeno, los hijos, los ideales estéticos?

Somos el producto de siglos de invisibilización de nuestro órgano creativo.
Reclamamos el derecho supremo sobre nuestro cuerpo, pero seguimos sin re-conocerlo.

En este contexto, el femicidio, quizás sea el espejo mas aberrante del desguace interno que vivimos en una sociedad que nos mutila sistemáticamente y lo consideramos natural.

Es momento de recuperar nuestra historia de mujeres ancestrales, que saben de salud sexual, que dan crédito a la intuición, que conectan mes a mes con lo sutil y profundo, con la oscuridad de la luna.
Es tiempo de un estudio minucioso de nuestra biología, de nuestro funcionamiento hormonal y emocional que laten juntos y dan un enfoque holístico a la salud femenina.
Hora de honrar nuestro linaje femenino, sabiendo que el óvulo que nos formó a nosotras, se originó en tu mama, cuando habitaba el útero de tu abuela. Contiene la memoria celular de tu árbol familiar.

"Las mujeres tenemos muchas cosas que contarnos" dice Casilda Rodrigañez.
Retomemos el legado de nuestras ancestras.

Tenemos útero.
Este poder nos pertenece, y está dentro de nosotras.
Registralo. Dibujalo. Pasa la voz.
Contaselo a tus hijas. A tus hijos.

8 de marzo: Re-conozcamos el poder.

la fot es de: http://5razones.pl/centrum/

Libros recomendados:
Cuerpo de mujer, sabiduria de mujer
Pariremos con placer
Luna Roja

En youtube:
La abuela Margarita
El camino rubi

Documental:
La luna en ti

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