domingo, 31 de mayo de 2015

Qespikuy: nueva etapa

Hace tres años y medios nacio Qespikuy. Un 11 del 11 del 2011.
Regidas por 11 el numero favorito de Cecilia Ortega, nuestra bailarina, instructora de Yoga Kundalini, psicomotricista  y conocedora de numerología.

Comenzamos a juntarnos y darle forma a este espacio abstracto, sagrado que se fue haciendo costumbre. Nuestra casa base hasta el 11 de mayo de 2015 fue el Estudio de nuestra amiga Olga Chiabrando, una mujer fuerte, determinante e iniciadora de muchos movimientos y difusora de muchos cambios radicales que, como es sabido ya, llegan siempre antes que la gente los pueda ver. 

Así fue que, recién llegada a Jujuy -luego de haber vivido mi maternidad en "Tribu" en Buenos Aires- nos unimos. Sumando a otras mujeres fuimos caminando los primero pasos en Jujuy para generar consciencia sobre el cambio que se aclama en el mundo entero a cerca del modo de nacer. 

Tomamos como frase insignia la del Obstetra francés Michel Odent: "PARA CAMBIAR EL MUNDO ES PRECISO CAMBIAR EL MODO DE NACER". Es una frase semilla, porque en el proceso de entender y ver su alcance, uno se va dando cuenta de que en el regazo de la mujer se gesta la nueva humanidad.

Una mujer embarazada consciente, genera un vinculo de gran profundidad con el ser que esta gestando. Una mujer que escucha a su cuerpo y al cuerpo de su bebe, se deja guiar por el instinto y aumenta así las posibilidades de parir naturalmente, en este mundo tecnológico, facilita la lactancia exitosa, y aumenta el apego inicial, aun en los nacimientos medicalizados y quirúrgicos.

También, desde hace algunos años, se descubrió que el ser humano guarda en su psiquis esos primeros impactos en este mundo terrenal, y marcan una gran tendencia en su comportamiento. Tendencias, que no son irreversibles, pero que definitivamente determinan el inicio de la vida.

Un inicio amoroso hace la diferencia, sobretodo, teniendo en cuenta que el nacer y el morir son extremos que se tocan y por eso tienen mucho de sagrado, de visagra, de fundantes en la vida del ser que llega o se va y de su familia.


Cuando uno comienza a entender la frase de Michel Odent, empieza a ver sus raíces invisibles y poderosas, entiende que es preciso cambiar el modo de llegar a este mundo, porque así, cambiando el origen  damos pie para renacer cuantas veces sea necesario, con mas amor, con mas respeto y mas reverencia por el orden natural del universo. Y este "Darse cuenta" es un viaje de ida.

Así transitamos nuestro camino desde 2011, en nuestro querido Jujuy, abriendo espacios de reflexión. Acertando y errando en la emisión del mensaje. Ganándonos algunos adjetivos calificativos, tales como "naturistas", "fundamentalistas del parto","la secta" y quizás también las hippies locas.

Lo ciertos es que, el paso del tiempo, nos va dando forma, esa forma que solo se logra con el transitar un proceso. Una forma que no se alquila, no se copia, solo se adquiere por estar caminando en el camino. Un darse cuenta que sucede solo cuando nos vamos dando cuenta. Es orgánico, natural y por eso a tiene un tiempo especial, nada instantáneo, nada express. Un proceso que se va haciendo al andar. Se va tejiendo.

En estos tres años y medios, gestamos, parimos, amamantamos, crecimos. Crecieron nuestros hijo, algunos dejando paulatinamente la niñez.

Qespikuy hoy, ademas de quienes estamos frente al timón, somos un montón de seres vivos.
Hombres, mujeres, niños, niñas. Círculos, Tribus. Personas que han pasado, y pasaran.


Hemos cerrado una etapa de inicios, maravillosa. Hemos dejado nuestra primera infancia. Y como se trata de ir viviendo la vida en clave Qespikuy, vemos la necesidad de seguir agrandando el circulo.

Qespikuy Maternidad, Qespikuy Crianza, Qespikuy juego libre, Qespikuy en el aire, Qespikuy talleres de pedagogías alternativas, Qespikuy Energías Cíclicas, Pariendonos a cada momento, con cada etapa de la vida, para ser el cambio que queremos ver en el mundo.

Este mes de mayo, el mes numero 5, numero de la comunicación, le damos voz y norte a los nuevo desafíos, para seguir creciendo.

Sentimos, ya, que el cambio es inevitable.
Personalmente soy muy feliz, de poder ser parte de este movimiento.